Already human, already - Ignacio Etchegaray, septiembre 2018
El disco arranca a las 6 de la tarde. La puesta del sol en una ciudad misteriosa que cruza culturas del mundo después del muro. Un epicentro de algo. Latidos en piano que comienzan a sintonizar la atmósfera de Already human, already. Las traducciones siempre injustas pueden intentan abrir el mensaje de este joven de 28 años oriundo de la Patagonia que se planteó un disco solista bien visceral que muestra su lado más existencial y humano. Las maquinarias de la noche y en Alemania. Ignacio explora sonidos del rock canción en mixtura con máquinas de ritmo que son bien europeas. Collage de voces que se filtran entrelíneas de canciones: un diálogo con risas de unas francesas, la lluvia de su casa-estudio en La Plata y después en su casa temporaria de Berlín en la que terminó de mezclar el álbum para lanzarlo el 21 de septiembre de 2018. Con un hit que puede caber en cualquier radio universal, lo sutil y lo pegadizo de“Just”, y una joya sonora que es conceptual en la trama misma: “S- Bahn”, un tren alemán que lo pierde en el contraste del idioma y el crisol de razas. Ahí, reside su resiliencia. Su capacidad de convertirse en canción: mirar por la hendija del adentro y bailar en un baile poseso que tiene guiños con Radiohead mientras desangra el ¿desamor o el desencuentro? Already human, already es una vuelta por el universo musical de Ignacio: la canción de autor que se mezcla con el productor más electrónico. Un disco de autogestión, conceptual, en inglés; que trabaja la canción con texturas, ritmos contrapicados, loops de pianos sutiles, atardecer primero y noche que cae de repente mientras llueve entre La Plata y Berlín para purgar y darle lugar al amanecer anaranjado. Una botella al mar de Ignacio en el que optó por dejarnos a la vista surcos de su existencia: la crudeza, el reciclaje de sonidos de sus mejores yo en distintas ciudades: Bariloche, Viedma, La Plata y Berlín.