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  • Foto del escritorMatías Kraber

La energía vegetal por los ríos

Actualizado: 7 nov 2018


“Cantan los pájaros de la lluvia,/ Las plantas bailan de alegría mojada”, escribe la poeta Juanele Ortiz en su libro el Agua y la Noche que fue el embrión para el título del disco de Vanina Rivarola Grupo. El viaje de Energía Vegetal arranca en pleno día, al amanecer, con la fuerza de la naturaleza frondosa que mezcla ríos y selva para hermanar países desde la música popular. El paisaje huele a la humedad de un pulmón verde, se oye el lento navegar de un barquito pesquero, el grito lejano de los carau y el canto de una mujer lanzando un mensaje ancestral en canciones: recuperar el cordón umbilical que nos une a los misterios de la tierra.

Vanina Rivarola Grupo está de estreno de su segundo disco “Energía vegetal” a través del Sello Los Años Luz, con 7 canciones litoraleñas que son odas a las historias que tienen el río en sus venas. Chamarritas, chamamés, rasguido dobles, Galopas y Gualembau se mezclan en un mismo recorrido con el espíritu de estas provincias que hermanan sus fronteras desde la música popular mientras la sensibilidad de una voz femenina nos relata historias como alrededor de un fuego: la sapiencia que pasa de generación en generación.

Se trata de folclore latinoamericano porque trasciende al paisaje de un país, es casi un pedazo de continente. El disco nace de los esteros verdes de la madre tierra: una mujer empoderada con el grito de resistencia en tiempos vertiginosos que significan una vuelta al campo, a las manos cocineras y a los frutos silvestres de la pachamama.

Con la referencia de cantoras mujeres como Liliana Herrero, Teresa Parodi, Suna Rocha y Mercedes Sosa, Vanina comenzó su camino musical en su Concordia natal durante la adolescencia, para luego continuar su camino en la ciudad de La Plata donde vive desde 2004 cuando llegó para estudiar la carrera de Dirección Coral en la Facultad de Bellas Artes. Entre peñas, festivales y pasillos de la Facultad se cruzó con músicos como Natalio Sturla y Natanael Ullón con quienes conectaron sus ADN culturales para empezar ofrecer un repertorio de acordeón, guitarra y voz. En marzo de 2013 junto a Natanael Ullón y Emiliano Navazo arman la formación de trío Vanina Rivarola Grupo (guitarra criolla, bajo y voz) con la que ya tienen dos discos editados: Romance del Duraznero (2015) y Energía Vegetal (2017) disponibles en Spotify, Youtube, Amazon y Deezer.

Energía Vegetal es un viaje que arranca con Costera, un comienzo desde la orilla: la ribera del Paraná que se refleja en los ojos de una mujer con paisaje orillero. La canción es una polka que le pertenece al misionero José Vicente Cidade y Ricardo Linares, pero recobra notas sutiles en la voz de Vanina Rivarola junto con arpegios precisos de guitarras que conversan y entretejen melodías de río.

Después, el Río Uruguay une países hermanos y un hijo prodigio de tal aventura, Ramón Ayala, le compuso una canción bajo el ritmo que bautizó como Gualembau. Una tremenda versión de Vanina Rivarola Grupo con el pulso de un bajo que sigue el compás del agua mientras teletransporta a la tierra misionera del Moconá donde la voz fluye por la cascada azul y desemboca en el mar.

El rasguido doble acentúa la incursión por las provincias ribereñas: Puentecito e la Picada, una crónica del pasaje entre éste pueblo entrerriano que conduce a la ciudad de Paraná relata el prólogo de la historia de amor entre Jorge Méndez con la madre de sus hijos.

La chamarrita es otro de los ritmos explorados por el trío en “Energía Vegetal”: el chajá, un ave autóctona que revolotea por los Esteros cerca del Mocoretá en una interpretación con giros y cambios de ritmos recreando un atmósfera de pueblo rural.

Las aguas se arremolinan en Energía Vegetal con una joya del repertorio popular: Trasnochados Espineles, una Galopa del Cholo Aguirre que narra la vida de pescadores del Paraná con texturas azules, punteos precisos chispeando la melodía y la voz de Vanina fraseando cada estrofa de esta vuelta por Paso de la Patria, en Corrientes.

El silencio, metáfora de una laguna larga, tiene su momento sobre el final del disco como una meditación musical con la cadencia de canción que reverdece en aires litoraleños. La sensibilidad poética y los arreglos sutiles que apresuran el ritmo de una canoa por las aguas dulces mientras vemos las manos en alto de los lugareños en sus casas costeras.

El Karai del bandoneón es el telón de un disco por la ribera. Karai es el señor o profeta en la cultura guaraní que en este caso se convierte en un chamamé como una ofrenda al paisaje natural de yerba buena y caminos que tienen al bandoneón “tecleando en el corazón”, en una obra homenaje al músico correntino Isaco Abitol.

Vanina Rivarola Grupo es un trío que viene recorriendo distintos escenarios y Festivales de Argentina y países limítrofes como Paraguay y Brasil. En el 2017 representaron a la provincia de Entre Ríos en la Feria Internacional del Libro y en la Expo-Rural en el predio de Palermo, CABA; asimismo han participado de la Peña La Takuru (Rosario), Esquina Marechal (Mar del Plata junto a Daniel Garcés), Hasta Trilce (CABA), Gala litoraleña en el Teatro Auditorium junto a Gringo Azcue Grupo (Concordia), UNAJ (Universidad de Florencio Varela), Centro de Residentes Correntinos Gran La Plata. Asimismo se presentaron en distintos programas de música en Radio Nacional, Radio El Mundo y la Huella TV de Concordia.


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